El pilates como técnica complementaria en neurorrehabilitación

administrador 3 de noviembre de 2016 0 Comentarios

Entre estas nuevas técnicas el Pilates destaca por su facilidad para ser adaptado a las capacidades del paciente y sus beneficios casi inmediatos. Pero, ¿cómo se aplica a la rehabilitación neurológica?

Cuando un paciente inicia un proceso de rehabilitación neurológica, tan importante es contar con un equipo multidisciplinar que pueda ofrecer terapias personalizadas como encontrar actividades complementarias en el proceso rehabilitador siempre y cuando las capacidades del paciente lo permitan. El Pilates neurológico permite a los pacientes mejorar distintas funciones tales como: conciencia corporal, tono muscular, dolor o limitación articular; consiguiendo así un mejor estado de salud y bienestar.

Es por ello que las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular y requieren de nuevas herramientas rehabilitadoras encuentran en el Pilates el complemento ideal a sus programas de rehabilitación neurológica. El Pilates adaptado, se diferencia por estar impartido por un fisioterapeuta experto en rehabilitación neurológica y en el método Pilates, por lo que todos los ejercicios están modificados y pueden ser adaptados a las necesidades y características personales de cada paciente inclusive en lesiones traumatológicas, convalecencias o problemas reumatológicos.

Hablamos de ejercicios diseñados a medida, que eviten posibles alteraciones o reagudizaciones y siempre teniendo en cuenta que el grado de discapacidad permita la realización de los movimientos requeridos. Con carácter previo al inicio de la actividad, se realiza una evaluación del paciente teniendo en cuenta sus antecedentes patológicos y traumáticos.

En el Hospital de neurorrehabilitación Casaverde Alicante se realizan sesiones grupales de entre tres y cinco personas, donde el fisioterapeuta vela por la seguridad del paciente asegurándose de que realizan de manera correcta todos los ejercicios y posturas.

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Se trabajan capacidades como la respiración, la relajación (disminuyendo la espasticidad y los dolores provocados por ella), la concentración (consciencia de todo el cuerpo y estimulación del movimiento que se realiza), el control y calidad del movimiento (mejorando de forma paralela el equilibrio y la amplitud articular), el control de la pelvis y de la faja abdominal (mediante una contracción equilibrada de abdominales, lumbares y glúteos), la postura y el tono muscular y por último el estado anímico del paciente.

Una técnica que además de trabajar el cuerpo, disminuye el estrés y proporciona una nueva consciencia al paciente sobre su propio cuerpo. Y es que como decía su creador, Joseph Pilates “Pilates es la completa coordinación entre cuerpo, mente y espíritu”.